Metatarsalgias (I)

26.01.2015 19:59

METATARSALGIAS

 

Los metatarsianos son los huesos largos de los pies a través de los cuales el peso del cuerpo se transmite al suelo, tanto cuando estamos de pie parados como sobre todo cuando caminamos o corremos y el talón despega del suelo, siendo las cabezas de estos metatarsianos las que reciben el peso y siendo el punto donde mayor presión y carga se soporta en el pie. Los metatarsianos son cinco, una por cada dedo, teniendo distintos grosores, ángulos de incidencia respecto al suelo y mayor o menor grado de movilidad.   
La metatarsalgia es un dolor en la zona metatarsal del pie, y que no todas afectan a los metatarsianos, como puede ser el neurofibroma de Morton que afecta a los nervios intermetatarsales. Son una serie de cuadros clínicos que cursan con dolor en la zona plantar del la parte anterior de la planta del pie.
La metatarsalgia como tal, no es en diagnóstico de una patología, sino un síntoma. Las enfermedades que pueden cursar con estos síntomas son varias, entre ellas: la fractura por estrés o enfermedad del recluta, el neurofibroma de Morton, la enfermedad de Freiberg, alteraciones en la parábola metatarsal, sobrecargas metatarsales por deformidades en el pie, etc.
         La presencia de una metatarsalgia acarrea la imposibilidad de una marcha normal y correcta, siendo en ocasiones muy fatigosa la marcha e incluso impidiendo al paciente su quehacer diario. En ocasiones el origen del problema es intrínseco del pie, deformidades, mal formaciones; pero en la mayoría de las ocasiones el origen es extrínseco: suelos, zapatos, etc.
         El tratamiento de estas patologías va a variar dependiendo de su origen y las estructuras del pie afectadas. Pudiendo variar desde un tratamiento conservador, mediante soportes plantares (plantillas), eliminación de durezas u callosidades, a una infiltración o siendo necesaria la realización de una cirugía en la zona.